sábado, 29 de octubre de 2011

“Invictus” (Morgan Freeman - Matt Damon): El Deporte y la Unión

“Soy el amo de mi destino”, fue el pensamiento que tuvo Nelson Mandela, y así fue como escribió parte de la historia más importante de Sudáfrica y que se refleja perfectamente en la película “Invictus” dirigida por Clint Eastwood y Woody Allen. Donde muestra lo que hizo recién salido de prisión y como utilizó de buena manera el deporte, más precisamente el rugby para unir a los ciudadanos del país, que estaba siendo devastado por el racismo.

 Mandela permaneció cerca de 28 años en la cárcel de Robben Island en Sudáfrica. Y desde el 11 de febrero de 1990 comenzó su trabajo para unificar y perdonar a los que habían fallado en anteriores gobernaciones.
Junto a un equipo humilde, con ganas de trabajar y hacer un cambio en la nación más un joven llamado François Pienaar (capitán de lo Springbooks) lograron muchos objetivos. Pienaar venía de una familia con mucha adquisición, de la clase alta y sus padres con un gran pensamiento racista, ya que daba a entender que Mandela jamás iba a poder gobernar a 42 millones de personas, pero este chico fue invitado por el presidente a tomar el té y quedó encantado por el trato que había recibido. Esta charla le abrió la mente y a fuerza de voluntad guió al equipo a prepararse de la mejor manera para el Mundial de Rugby que se jugaría en menos de un año (Sudáfrica 1995).

Como parte de publicidad y preparación Nelson Mandela hizo que el equipo de rugby se preparara en diferentes barrios del territorio, en su mayoría de clase baja, en donde los chicos solo conocían a un solo jugador del plantel debido al color de su piel “Chester”. Esto creció y la gente de a poco se fue unificando.

En el campeonato mundial, fue clave el partido de inauguración donde Sudáfrica se impuso contra los pronósticos y superó a Australia por un claro 25 a 18. Si no conseguía la victoria era probable que quedara segundo y se tenía que enfrentar a Inglaterra y a Nueva Zelanda para llegar a la final, pero demostraron que quería ser favoritos y superaron a los Wallabies. Luego fueron dos partidos accesibles frente a Rumania y frente a Canadá. En cuartos golearon a Samoa 42 a 14 y llegaban muy bien encaminados a enfrentar a Francia en lo que fue una semifinal muy disputada por el clima, porque se jugó en medio de una lluvia torrencial y por la calidad de ambos equipos, el partido por suerte para el país organizador terminó 19 a 15 a favor del local. En la otra semifinal se enfrentaban el siempre temido Nueva Zelanda (con Jonah Lomu como referente) y por el otro lado Inglaterra (que había derrotado a los Springbooks en un Test Match antes de la Copa del Mundo y en el que fue el primer partido que Mandela los fue a ver como presidente), el partido fue a favor de los neozelandeses por 45 a 29.

En la final, en el estadio “Ellis Park” de Johannesburgo el equipo guiado por François Pienaar se impuso en un partido vibrante por 15 a 12 en un alargue luego de igualar en 12 al termino del tiempo regular.

Este hombre creyó en el cambio y en el perdón y por eso es una de las personas en la que se pone como referencias cuando hablamos de hacer el bien.    

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